Campamentos recreativos

Por más de 20 años, CONFE ha venido realizando campamentos recreativos dirigidos a personas con discapacidad intelectual de 14 años en adelante. Su principal objetivo es, y ha sido, dar condiciones para ejercer el derecho 30 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU: Participación en la vida cultural, las actividades recreativas, el esparcimiento y el deporte.

¿En qué consisten?

Durante una semana los participantes viajan a un Estado de la República, se forman equipos con responsabilidades en distintas actividades en los que, una persona sin discapacidad llamado “Consejero”, los apoya y, de 3 a 4 personas con discapacidad intelectual, forman el grupo; en estos equipos se crea identidad y sentido de pertenencia.

Todas las actividades que se realizan, fortalecen el desarrollo social y cultural de los participantes, de su autonomía, capacidad para tomar decisiones, comunicación, relaciones sociales y autoestima.

En estos campamentos nos damos cuenta no sólo que las personas con discapacidad intelectual viven experiencias nuevas, sino también que los padres de familia experimentan el reto de dejar ir a sus hijos a un viaje sin ellos. Esta experiencia no es fácil, pero los familiares agradecen la amistad que surge entre los consejeros y sus hijos, así́ como la seguridad, el cuidado y apoyo que reciben de todo el staff.

A partir del 2015, la Red Nacional de Capacitación Experiencial y Recreación, RENACER fortaleció́ los campamentos con su equipo de voluntarios quienes le han dado más fuerza al programa. Su compromiso se ha visto reflejado en las capacitaciones completas que, previo al campamento, se han realizado en fines de semana, en la comunicación tan directa con las familias y sus campistas creando con esto un fuerte lazo de amistad, solidaridad y relaciones duraderas.

El aprendizaje no solo queda entre los involucrados, también toca a la sociedad en general que va encontrando en el camino a estos campistas, pues descubren quiénes son las personas con discapacidad intelectual en su calidez, transparencia y naturalidad; las personas se acercan, platican espontáneamente con los muchachos y llegan a conocerlos personalmente, logrando con esto una sensibilización directa.