Historia

Por iniciativa de un grupo de padres de familia y profesionistas que tenían un vínculo directo con personas con discapacidad intelectual, en el año de 1978, se funda la Confederación Mexicana de Organizaciones en favor de la Persona con Discapacidad Intelectual, A.C., con el objetivo de contribuir a lograr una calidad de vida digna y justa para las personas con discapacidad intelectual y sus familias y su plena inclusión a la sociedad. Después de unos años, los fundadores deciden fortalecerla creando Institución Confe en favor de la Persona con Deficiencia Mental A.C., con los siguientes objetivos:

• Recabar fondos para apoyar la causa de la deficiencia mental (hoy Discapacidad Intelectual).
• Impulsar y apoyar moral, técnica y económicamente la creación de residencias hogar, talleres protegidos, centros de educación especial y cualquier institución que su objetivo principal sea beneficiar a personas con deficiencia mental (Discapacidad Intelectual).
• Fundar unidades habitacionales piloto para lograr la autosuficiencia del deficiente mental (la persona con discapacidad intelectual).

A partir del 22 de enero de 1993 pasa a formar parte de la Junta de Asistencia Privada del Distrito Federal como Institución de Asistencia Privada (I.A.P).

Durante todos estos años, ha beneficiado mediante la canalización de recursos económicos tanto a la Confederación Mexicana de Organizaciones en favor de la Persona con Discapacidad Intelectual, A.C., a quienes se capacitan en el Centro Nacional de Capacitación CONFE, y a las organizaciones de la RED CONFE, así como a Residencia Hogar José Barroso Chávez, I.A.P. con el fin de dar cumplimiento a su objetivo fundacional.

En 2014, de acuerdo con lo establecido en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, cambió su razón social a Institución Confe a favor de la Persona con Discapacidad Intelectual, I.A.P.

En el año 2017, la institución actualiza sus estatutos y modifica los objetivos a:

1. Llevar a cabo todo tipo de acciones dirigidas a incrementar las competencias sociales y capacidades patrimoniales de los individuos con discapacidad intelectual y sus familias de escasos recursos. Esto con el objetivo de lograr su inclusión a una vida familiar, laboral y social plena.
2. Apoyar económica y técnicamente las actividades de personas morales, principalmente Residencias Hogar, Centros Laborales y Centros de Educación Especial autorizadas para recibir donativos deducibles en términos de la ley del impuesto sobre la renta siempre que dichas personas tengan en su objeto la atención de personas con discapacidad intelectual.